lunes, 7 de diciembre de 2015

7 de diciembre 2015

Primer día: Ganamos!!! todos los indicios apuntaban a ello. La descomposición del chavismo-madurismo, la brutal crisis económica, el cansancio a la maquinaria de odio, represiva, sectaria y ciega. Toda la energía acumulada en estos dos años, la asfixia que todos sentimos, la sensación de que no había salidas se encauzó en esta inmensa avalancha de votos. Percibí indicios ayer: la diana no sonó, algunos puntos rojos que vi sin alma, con unos militantes en actitud totalmente distinta a la de años pasados, donde se pavoneaban su poder, soberbia. Pero sobre todo, esa mezcla de rabia y convicción de la gente de oposición -que es una mayoría aplastante ahora en el país- de pensar que lo posible se puede hacer real. Lo logramos, como ciudadanos empujamos a la historia. Hoy es el primer día, hoy es solo el comienzo de una ruta ardua. Más allá que nuestros representantes tengan lo que parece una mayoría calificada en la Asamblea Nacional, el viraje histórico se ha dado. Los horizontes son ahora amplios.

El discurso de Maduro de "reconocimiento" fue un intento desesperado de mantener cohesión y seguir en la ruta que los ha llevado a esta quiebre. No habló de diálogo, no asumió que había cambiado el país, minimizó la victoria de la mayoría del pueblo venezolano. Derrota de mierda Maduro.

Con la MUD a la cabeza, los venezolanos verdaderamente tuvimos una victoria épica. Contra un Estado-gobierno que abusó de los recursos de todos en su provecho, de la hegemonía de los medios, de las amenazas a particulares en sus ámbitos pequeños (la gente en las misiones, trabajos, grupos sociales, etc.) y al país en general a través del vociferar obsceno y violento del alto gobierno, de la maquina de control social que han ido tejiendo. pero ayer pudimos derrotarlos, mostraron sus que tal vez anuncien su derrumbe, de las complicidades en el delito y atropello. Pudimos hacerlo, les ganamos, mostramos que sí podemos, con valor y determinación. El poder omnímodo se mostró como lo que es: un fantasma, una cáscara si se le vacía de la legitimidad de la gente, de los ciudadanos.

En este sentido, sin pretender nada definitivo puede haber muestras de una nueva subjetividad social que se va formando. Debe ser una gran tarea de todos el impulsarla. Que la gente se haga cargo de sus propia realidad, que se entienda que la soberanía les pertenece, remplazar, como tanto se ha dicho, la idea de pueblo por el de ciudadanos libres. Profundizar la idea de autonomía del Estado-gobierno y de que la realidad no es algo que nos sucede, nos aplasta sino de la que somos autores.
De la misma manera es una oportunidad de oro para comenzar una transformación institucional. No solamente las ansiada y urgente separación de los poderes ante el monopolio que se instauro a partir de Chávez, pero que tenía ya antecedentes perversos en el bipartidismo. Pienso sobre todo en darle a la Asamblea el protagonismo frente a la secular macrocefalia del ejecutivo. Otorgarle a los representantes de los ciudadanos mayor peso específico en la arquitectura del poder que al ejecutivo.

El gran reto es la crisis económica. Si no me equivoco en la posición del gobierno, es poco lo que desde ya se puede hacer. Sin embargo se pueden comenzar a enviar señales al país y afuera de confianza en que hemos comenzado los cambios, que una racionalidad económica y política se va abriendo paso. Se deben al menos afinar estrategias para transitar este camino con el escenario de cooperación con el gobierno o en contra de él.

Esta, además, de política es una gran victoria moral. No de unos héroes angélados, sino de personas que han decidido una lucha política opuesta a como la ha hecho una camarilla mafiosa corrompida y delincuencial. Hay que preservar este carácter moral que debe ir de la mano con una sabiduría práctica una prudencia que vaya indicando paso a paso los objetivos y bienes particulares y los más fundamentales y amplios. Especial cuidado, sobre todo, con las necesarias negociaciones que hay que mantener con el chavismo, los acuerdos que se deben pactar. Pero por otro lado poner como objetivo vital para nosotros como sociedad la justicia ante el latrocinio y el abuso del poder sobre los ciudadanos. También debemos reorganizar el mapa de la otredad y la mismidad ¿quienes somos ahora? ¿quienes que eran los otros ahora son los nuestros? ¿cuál es el lugar de los otros?

Hija mía, el futuro siempre es posible, siempre podemos mejorarlo, a veces es más fácil, a veces más difícil. Me gusta que tengas muchas referencias, que juegues con las pertenencias, que no estés atada, pero este país que es nuestro ya no tiene que ser un castigo, ahora es más una promesa, Nosotros seguiremos luchando para, poco a poco, cumplirla.

Debemos seguirnos pensando y haciendo.

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